Minutos después de anunciar el programa Prog.R.Es.Ar, la Presidenta repitió la costumbre de otros actos en la Casa Rosada y se dirigió directamente a decenas de jóvenes K en los patios interiores en Casa de Gobierno. Fue para criticar a la oposición y los medios críticos, y también para confirmar que acudirá a la cumbre de la CELAC, que se realizará este mes en Cuba.
Con un tono más relajado que el acto oficial, la Presidenta comenzó su virulento (y segundo) discurso. "Si Dios quiere, en una días más, salimos para Cuba (...) Entre todas las cosas que dijeron, decían que no iba a ir a la CELAC por problemas de salud", afirmó. Los jóvenes K, rodeados de banderas y pancartas de apoyo, la aplaudieron con efusividad.
En un mensaje fuera del protocolo propio de la cadena nacional, la Jefa de Estado siguió: "Quiero decirles algo que me olvidé de comentar. Déjenme un poquito, así no tengo que gritar tanto. Me gusta gritar, pero... (...) ¿Saben cuál fue la verdad? Teníamos la reunión un fin de semana en Caracas y al otro fin de semana, la teníamos en La Habana. Y los que estamos al sur, teníamos que irnos un fin de semana, volver e irnos de nuevo".
"Vamos a ir a la CELAC", reiteró. "Se van a tratar importantes temas. Venezuela se va a proponer el ingreso a la CELAC de Puerto Rico. Vamos a recibir a alguien que a ustedes les encanta, el de Calle 13"., adelantó.
Contra los rumores sobre su estado de salud, la Presidenta aseguró: "Querían crear una sensación en los argentinos de que yo no podía más". "La verdad, he tenido algunas dificultades, pero los quiero ver si tuvieran las dificultades que tuve yo", exclamó.
La Presidenta, que hacía 34 días que no aparecía en público, agradeció "el aguante, la presencia de todos ustedes acá. (...) Quiero pedirles mucho trabajo, mucha organización junto a la gente. No basta con ir a un barrio. Hay que incorporar a la gente a ese trabajo".
"No podemos permitir nunca más palos a los pibes. A los pibes hay que ayudarlos, y si se equivoca, hay que ayudarlos a levantarlos", señaló.
Pecado capital. En otro ataque verbal dirigido a la oposición y los medios independientes, Cristina Fernández habló sobre las "mentiras" en torno a su Gobierno.
"El problema no es que yo los escucho, sino los cazabobos (...) La gente no es mala, no es tonta. No hay que enojarse con los que creen una mentira. Hay que enojarse con los que dicen las mentiras", opinó la Jefa de Estado. "El pecado es mentir. Nunca es creer. Al contrario", opinó.