Farina Vs. Lazarus: The field in Uruguay is worth $ 14 million ... but more
Las 24 hectáreas en José Ignacio (Maldonado, Uruguay), agrupadas como El Entrevero, hoy día a nombre del contador Daniel Pérez Gadin, fueron, al parecer, el origen de los problemas entre Leonardo Fariña y Lázaro Báez, inisten algunos investigadores, en parte basados en la investigación de Jorge Lanata, y en parte en pesquisas anteriores. De acuerdo al diario El Observador, de Montevideo, que visitó el campo, el valor debería ser US$ 4 millones, no US$ 14 millones. Y no es la única noticia que llega desde Uruguay.
Faro José Ignacio es un balneario ubicado al sureste del departamento de Maldonado, sobre las costas del océano Atlántico, al este de la laguna José Ignacio y en el km 183 de la ruta nacional 10. Aproximadamente 40 km la separan de la ciudad de Punta del Este y de la capital departamental Maldonado.
El nombre provendría de un antiguo poblador de la zona, llamado José Ignacio Sylveira; aunque otra versión refiere al nombre de un faenador o un tropero indio de las Misiones Jesuíticas. En 1763, el Virrey Cevallos creó una estancia en la zona, donde las tierras pertenecían al patrimonio fiscal y la llamó "José Ignacio".
En la investigación del programa Periodismo Para Todos (PPT) sobre una organización integrada por Lázaro Báez y el extinto expresidente Néstor Kirchner, que supuestamente pasaba dinero por Uruguay para luego enviarlo a destinos como Panamá o Belice, se señaló una chacra de 24 hectáreas llamada El Entrevero.
El programa uruguayo En la Mira, que se emite por VTV, de Montevideo, investigó un fragmento de la cámara oculta que Lanata le hizo al polémico Jorge Leonardo Fariña, en el que éste afirma textualmente:
“De hecho la famosa compra al lote de Uruguay si vos vas al registro el titular es Pérez Gadín, son tan enfermos que hacen eso (...) En José Ignacio, ahí sobre la ruta, compramos uno de 24 hectáreas, pasa que son tan ignorantes que lo pusieron a título personal del tipo y lo podés chequear en cualquier registro público”.
El programa contactó a la inmobiliaria que hizo esa transacción y su propietario, Alejandro Perazzo, quien actuó por la parte vendedora dijo que la operación fue por US$ 14 millones, tratándose de la estancia El Entrevero.
No obstante, él dijo no recordar a quién se lo había vendido. El diario El Observador, de Montevideo, recordó que en Uruguay la Ley N°17.835 obliga a las inmobiliarias que realicen cualquier transacción superior a US$ 15.000, a registrar todos los datos de quienes participen de la misma y, en caso que les resulte sospechoso, denunciarlo ante el Banco Central.
De acuerdo al cronista del matutino, quien se trasladó al lugar para registrar el campo -que no tiene cartel que lo identifique, frente a la Boya petrolera- "si lo que Fariña le dijo a Lanata es verdad en cuanto a la extensión adquirida, 24 hectáreas, un predio de esas dimensiones en la zona de José Ignacio costaría unos US$ 4 millones".
En diciembre de 2011 la investigación de Jorge Boimvaser que difundió la web Tribuna de Periodistas, afirmó: “El nombre de este estafador que embocó a los K en US$ 10 millones es Leonardo Fariña, el marido de la top model Karina Jelinek”.
Señaló que Fariña compró por US$ 4 millones (la misma cifra que según dijeron a El Observador inmobiliarias de la zona costaría un predio de 24 hectáreas) pero, y ese es el gran interrogante, si hubo erogación de un monto muy superior.
El escándalo doméstico en el grupo comprador habría ocurrido cuando el vendedor, presuntamente Perazzo, reclamó su comisión.
El escribano que intervino en la operación se llama Adolfo Pittaluga Shaw, a quien El Observador telefoneó pero sus secretarias dijeron que no se encontraba.
La Aduana y las bolsas de dinero
Resulta complementaria y muy interesante la investigación del diario El País, de Montevideo, sobre las graves irregularidades en la Aduana de Carrasco, Uruguay, que apunta a corroborar la teoría de que era posible ingresar sin dificultad valijas con dinero en efectivo.
El presidente uruguayo José Mujica; su esposa, Lucía Topolaksky, y algunos funcionarios de su administración, se enojaron con esa posibilidad, rechazándola de plano. Sin embargo, la realidad es bien diferente, y podría demostrar que ninguno de ellos conoce el país que está gobernando.