16 de mayo de 2013

Veranito cambiario para los extranjeros que hacen las compras en la frontera argentina


Veranito foreign exchange for making purchases at the border Argentina


Las ciudades argentinas limítrofes con Bolivia, Brasil, Paraguay se colman de extranjeros que entran al país para comprar combustible, comida, artículos de higiene personal y ropa. El fenómeno se produjo por el crecimiento en el precio del dólar informal, que pasó de 6,32 a 9,05 pesos en los últimos seis meses.
La brecha cambiaria -la diferencia entre el precio oficial y paralelo del dólar- se duplicó desde noviembre pasado hasta hoy y, en consecuencia, revalorizó considerablemente el poder de compra de la moneda de los países vecinos. Del lado argentino se pueden comprar los mismos artículos que al otro lado de la frontera entre 20 y 40% más baratos. Un verdadero paraíso comercial.

Clorinda , la segunda ciudad más poblada de Formosa, es uno de los puntos más calientes por los escasos 25 kilómetros que la separan de Asunción, capital de Paraguay, y José Falcón. Más de 10.000 paraguayos cruzaron al país durante el lunes pasado (feriado) para comprar fármacos y cosméticos a mitad de precio y rellenar garrafas aprovechando el precio subsidiado.
El dato fue aportado por la Dirección de Migraciones de Paraguay, que reconoció que el tráfico intenso del lunes hizo colapsar el sistema informático de su puesto de control en el Puente internacional San Ignacio de Loyola. Asunción nuclea un mercado de 2,5 millones de personas que pueden comprar dólares al tipo de cambio oficial y rinden 9 pesos.
El veranito cambiario misionero para compras está en Bernardo de Irigoyen donde se opera el "real blue", un mercado incipiente e hiperlocal. Literalmente una avenida separa a la ciudad argentina de las brasileñas Dionísio Cerqueira y Barracão.
Al tipo de cambio oficial, 1 real equivale a $2,58, pero los comerciantes irigoyenses lo toman a $3,7. Tan sólo cruzar una calle basta para que los reales valgan 43% más. "En el último año creció notablemente la cantidad de brasileños que vienen a comprar bebidas, golosinas, artículos de limpieza, perfumería y medicamentos", afirma Cinthia De Vecchi, delegada local de la Cámara de Comercio de Iguazú.
Incluso ahora más extranjeros vienen a instalar comercios en Bernardo de Irigoyen y la ciudad está creciendo por el mayor intercambio comercial, según el relato de De Vecchi. "Una postal son los principios de mes y sábados en supermercados y vinerías que a atiborran de brasileños en las góndolas y filas de caja", dice.