Las anticipadas protestas del 8N adquirieron una gran magnitud en Buenos Aires y en las principales ciudades del Interior. El cacerolazo y movilización contra el Gobierno Nacional, que creció en las redes sociales después de la anterior protesta del 13 de setiembre, superó con creces a su antecesora y unas 700 mil personas se congregaron para protestar en esquinas, plazas y monumentos de todo el país.
Los participantes de la marcha revelaron entre sus motivaciones su preocupación ante la inseguridad y la corrupción, así como su oposición a la re reelección presidencial.
Las consignas de mayor éxito expresaban: "Y ya lo ve, y ya lo ve es para Cristina que lo mira por TV", en los momentos en que una columna ingresaba a Playo de Mayo. "Que se vayan todos, que no queden ni uno solo". "Olelé, olalá, si este no es el pueblo, el pueblo dónde está". "La reelección, la reelección se va a la puta que lo parió". "Se va a acabar, la dictadura de los K".
"Stop corrupción", "Sobra Gobierno, falta Estado" y "Libertad, libertad, libertad", fueron otras consignas que los manifestantes plantean a través de sus pancartas.
En las inmediaciones del Obelisco había carteles que rezaban: "No soy tu enemigo, solo pienso distinto", "La Fragata (Libertad) no se vende" y "Necesito un fiscal con coraje por mi independencia".
Mensajes similares se transmitieron en las protestas que se registraron en otros puntos de esta ciudad, como la esquina de Corrientes y Pueyrredón, de Santa Fe y Callao, y de la 9 de Julio y Belgrano, entre otros.
La protesta, al igual que la ocurrida el 13 de setiembre, tuvo su génesis en la Web. La mayor parte de la oposición dio su aval a la convocatoria, pero resolvió no participar de las movilizaciones, con la idea de no quitarle legitimidad. Si bien hubo múltiples puntos de reunión, gran parte de la gente confluyó en el Obelisco.
También se produjeron movilizaciones en las principales ciudades del país, como Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta y Tucumán. Además, argentinos que residen en el extranjero se movilizaron a las embajadas nacionales en Londres, París, Madrid, Roma, entre otras capitales. Las marchas habían arrancado en Sydney, donde argentinos que viven en Australia se congregaron ante el consulado en esa ciudad.