En la cuenta regresiva del lanzamiento del sector interno del oficialismo bautizado como "La Juan Domingo", diputados bonaerenses enrolados en las distintas vertientes del kirchnerismo ensayaron una movida en busca de acotar el margen de maniobra legislativo -y político- de la incipiente vertiente. Asado de por medio, analizaron las situaciones nacional y provincial y del convulsionado bloque oficialista, en una reunión que presentó una característica saliente: no invitaron al cónclave a los diputados que vienen asistiendo a encuentros de "La Juan Domingo"; legisladores éstos que, además, se reportan sin dobleces al Gobernador y son "sciolistas más puros" que algunos de los senadores que integran la novel agrupación.
La idea de "marcarle la cancha" al flamante armado político, "amparado" por Daniel Scioli, fue orquestada por el vicepresidente de la Cámara baja, José Ottavis. El dirigente de La Cámpora llamó a cada uno de los invitados al cónclave que, se comenta, reunió a casi 30 legisladores sobre los 41 que integran la bancada, entre ellos, el titular de la Cámara Horacio González, y el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Juan De Jesús.
Acaso para ratificar la decisión de cultivar una forzada buena onda con el sciolismo, Ottavis tuvo la deferencia de avisar a uno de los hombres del Gobernador que serían excluidos del convite: se comunicó con el diputado Guido Lorenzino para adelantarle los motivos de la eliminación de la lista de invitados.
La decisión de que la tenida no tuviera participación sciolista apuntó, como se dijo, a frenar un posible crecimiento de "La Juan Domingo" dentro del bloque oficialista en el que conviven, además, diversas vertientes que reportan a la Casa Rosada. La otra razón estuvo en el tenor de los discursos: se escucharon, trascendió, durísimas críticas a dos de los principales impulsores de la arquitectura política en ciernes: los senadores Baldomero "Cacho" Alvarez y Osvaldo Goicochea.
AUSENCIAS Y MENSAJES
La deliberada exclusión dejó afuera del asado a Lorenzino, Alicia March, Martín Cosentino y Ricardo Iriart. Tampoco hubo silla reservada para Jorge Scipioni, el dirigente de Avellaneda alineado al senador Alvarez y promotor en Diputados de "La Juan Domingo", ni para el bahiense Iván Budassi, cercano al ministro de la Producción, Cristian Breitenstein, entre otros.
En cambio, estuvieron los legisladores cercanos al ministro Florencio Randazzo -que en los últimos tiempos habían mostrado disidencias con algunos de los lineamientos trazados por los ultra K-, y el platense Gabriel Bruera.
La movida de Ottavis apuntó sin disimulos a evitar un posible crecimiento de "La Juan Domingo", que se había propuesto llevar a Los Toldos el próximo sábado a no menos de una decena de diputados provinciales.
"El mensaje fue 'el bloque está acá`, y que si bien existen diferencias internas, la situación no es igual que en la bancada del Senado", tradujo uno de los asistentes al asado descontaminado de sciolismo. Por eso, además, Ottavis habría dispensado elogios a los diputados más cercanos al Gobernador, en un gesto por evitar que los más belicosos del armado alumbrado en el Senado ganen posiciones en el bloque oficialista de la Cámara baja.
La jugada tiene una lectura adicional: los ultra K de Diputados procuran mostrar que, más allá de la diversidad y los chispazos, pueden mantener cierta convivencia con el sciolismo. Algo que, en contraposición, difícilmente pueda exhibir el vicegobernador Gabriel Mariotto en el Senado.
PRIMERA REACCION
La movida organizada por Ottavis es una de las primeras reacciones K frente a la inminente presentación de "La Juan Domingo", la respuesta política de legisladores del peronismo y el sciolismo frente a los embates de distintos sectores de la Casa Rosada que han hecho blanco sobre la política de seguridad del gobierno provincial o gestaron pedidos de informes -como el del caso Boldt- que pusieron bajo sospecha decisiones del gobierno bonaerense.
El sector se presentará en sociedad en apenas una semana en Los Toldos y, excepto el Gobernador, está prevista la asistencia de los ministros del gabinete bonaerense, legisladores, funcionarios y dirigentes territoriales.
La demostración de fuerza se prepara a todo vapor pero transita un camino no exento de tironeos. Por caso, para evitar calzarle la jineta de "jefe" de la línea a algún ministro o legislador, se avanza en la idea de que no haya oradores en el acto y que el documento que surja del encuentro sea leído por un locutor.