27 de agosto de 2012

Polémica por el proyecto que propone modificar ley de sangre



Controversy over the proposed draft law modifying blood


Los Hematólogos dicen que podrían aumentar los contagios de sida y hepatitis, entre otras infecciones 

La modificación de la llamada “ley de sangre”, que entre otros cambios propone anular la consulta sobre las conductas sexuales de los potenciales donantes, divide las aguas y dio lugar a una polémica que ayer abrió un nuevo capítulo a raíz de la firme postura opositora de profesionales de la hematología.
Es que mediante una carta enviada a los integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Nación, la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI), solicitó que quedara sin efecto el anteproyecto firmado, entre otros, por el diputado Ricardo Gil Lavedra.
“Esta Asociación -se destacó en el documento- entidad rectora de la especialidad desde hace 40 años, consultada permanentemente por entidades gubernamentales para la toma de decisiones sobre la práctica transfusional segura, observa con preocupación que de aprobarse como ha sido redactado el proyecto, no permitirá, durante la entrevista pre-donación, evaluar situaciones de riesgo para la transmisión de infecciones transmisibles por sangre como el HIV y hepatitis B y C”.
Para los especialistas, el avance de este proyecto significará un riesgo para la salud pública porque “aumentará el riesgo de contagio de infecciones en los receptores de sangre, situación ya conocida en enfermos que necesitan transfusiones para sobrevivir como hemofílicos, talasémicos,
oncohematológicos, neonatos prematuros o embarazadas, a quienes les asiste el derecho de ser protegidos por el sistema sanitario”.
Por otra parte, la entidad advirtió que “se aumentará la prevalencia de HIV en donantes de sangre, tal como ocurre en España, luego que en ese país se quitara la posibilidad de preguntar al donante sobre situaciones de riesgo para infecciones transmisibles por sangre”.
“Sería mucho más peligroso para la salud pública de nuestro país porque nuestra población de donantes es en su mayoría de reposición y no altruista y habitual, como ocurre en países desarrollados”, se indicó.
Por último, la AAHI, resaltó que “nuestro propósito, como médicos hematólogos, no es indagar durante la entrevista sobre la orientación sexual de los donantes, sino buscar evitar situaciones de riesgo para la transmisión de infecciones por transfusión”.
“EN CONTRA DE LA DISCRIMINACION”
Del mismo modo, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), reiteró ante la Cámara de Diputados su reclamo para el tratamiento y aprobación de los proyectos de modificación de la Ley de Sangre, en lo referido a los datos de donantes, a fin de adecuarla a los principios constitucionales “de igualdad y no discriminación”.
Esta organización señala que “desde el año 2000 la CHA trabaja en el tema de la Ley 22.990, para que en el texto del cuestionario (anamnesis) no se haga referencia a la orientación sexual, identidad y expresión de género de las personas, ni de ninguna circunstancia que estigmatice a las personas, como tampoco la sola mención de las prácticas sexuales, porque serían igualmente discriminatorias para nuestra comunidad.
La CHA “sugiere que, en el caso de enunciar prácticas sexuales, se especifique en cada una, cuando se realizan sin las medidas de prevención o sin preservativo”.
César Cigliutti, presidente de la CHA, dijo que espera que “se modifique la Ley 22.990, con el objetivo de garantizar el derecho de todos los donantes que, estando en condiciones de hacerlo, puedan dar su sangre sin tener que sufrir el rechazo por su Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género”.
Por su parte, Pedro Paradiso Sottile, secretario y coordinador del Área Jurídica de la CHA, expresó que “esta restricción basada en prejuicios, que carece de toda razonabilidad y sustento, es vergonzosa y promueve la estigmatización de las personas”.
Cabe destacar que en la actualidad, la Resolución N°865/2006   del ministerio de Salud de la Nación, en el cuestionario para la donación de sangre, excluye a las personas homosexuales como donantes.