Fernando Lugo ousted from the presidency of Paraguay
El ex obispo fue removido del cargo tras un acelerado procedimiento en el Senado por un fatal desalojo de tierras. Tensión en Asunción.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo fue destituido esta tarde luego de un acelerado juicio político en el Senado, pese al apoyo de los países de Unasur y en el marco de manifestaciones en las calles de Asunción.
En sesiones extraordinarias, 39 senadores votaron por la condena, 4 por la absolución y 2 se ausentaron.
Su sucesor es el vicepresidente Federico Franco, quien gobernaría hasta las elecciones de 2013.
Durante casi dos horas, los abogados del presidente Lugo rechazaron las denuncias de mal desempeño contra el mandatario y aseguraron que no hay pruebas de delito alguno. Pidieron dejar sin efecto la acusaciones.
Lugo no se presentó ante el Senado en el sorpresivo juicio político por "mal desempeño de sus funciones" durante el choque entre campesinos y policías que la semana pasada dejó 17 muertos.
La gravedad del anuncio y la celeridad del juicio tomaron por sorpresa a los paraguayos y movilizaron a miles de partidarios y detractores de Lugo al centro de la capital, donde los bandos se manifestaron a la espera del desenlace del proceso.
En tanto los cancilleres de Unasur, con el argentino Héctor Timerman incluido, dijeron en conferencia de prensa, antes del veredicto, que podían entender el juicio como una "infracción a la democracia".
Los legisladores alineados a Lugo intentaron obtener una prórroga de 72 horas para ampliar la defensa del mandatario, pero la cámara les denegó el pedido.
La Cámara de Diputados resolvió ayer solicitar al Senado el juicio político de Lugo por 76 votos a favor, uno en contra y tres ausencias.
“Es más que un golpe de Estado al presidente, un golpe parlamentario con un ropaje jurídico, con una herramienta como es el juicio político pero con motivos que no se ajustan a la verdad”, había considerado el mandatario horas antes que empezara el juicio.
El acelerado procedimiento se inició luego de la feroz pelea entre la policía y los ocupantes de tierras rurales privadas, que dejó un saldo de 17 muertos y decenas de heridos. Por ese enfrentamiento, Lugo había removido al ministro del Interior y al jefe de la policía, pero las designaciones que hizo para llenar esos cargos fueron criticadas desde distintos sectores.