El bloque internacional expresó su apoyo al reclamo argentino por la soberanía de las islas pero el gobierno británico hizo oídos sordos al reclamo de CFK en la ONU. Los argumentos.
El Reino Unido ratificó hoy su negativa a sentarse a negociar con la Argentina en torno a la soberanía de las Islas Malvinas, tal como lo reclaman las Naciones Unidas y ayer lo hicieran los cancilleres del Grupo de los 77 más China.
"Nuestra posición sobre las Falklands es conocida. No tenemos dudas sobrenuestra soberanía de las islas", dijo a la AFP un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores y agregó que "está basada en la autodeterminación, es decir que mientras los isleños quieran seguir siendo británicosrespaldaremos su posición".
Ayer, por primera vez, los 131 ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Grupo de los 77 y China le reclamaron al Reino Unidoque cumpla con los requerimientos de la comunidad internacional y reanude las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas.
La Argentina lidera actualmente ese cuerpo y el canciller Héctor Timermanencabezó a fines de la semana pasada un encuentro con sus pares del nucleamiento en Nueva York.
El portavoz del Foreign Office destacó la "muy buena y productiva" relación que mantienen Reino Unido y Argentina en otros ámbitos, y restó importancia a la advertencia de la presidenta Cristina Fernández en la Asamblea General de la ONU sobre la supresión de acuerdos bilaterales, en particular de los vuelos a las Malvinas, si Londres no se sienta a negociar.
"Creo que el vuelo transporta actualmente a muchos turistas argentinos y personas relacionadas con gente que estuvo implicada en el conflicto en las islas, algo que vale la pena recordar, al igual que el hecho que los isleños desean coexistir pacíficamente con sus vecinos sudamericanos", agregó.
La Argentina y Gran Bretaña fueron a la guerra en 1982 por la soberanía de las Malvinas, territorio ocupado por el Reino Unido desde 1833. El conflicto bélico se extendió entre el 2 de abril y el 14 de junio y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres isleños.