Aunque en las reuniones con candidatos a legisladores y comuneros el mensaje es de tranquilidad; puertas adentro quienes lideran la campaña del kirchnerismo en la Ciudad admiten: “Es muy difícil que estas cosas no impacten”. Se refieren al escándalo de corrupción en torno a Sergio Schoklender y al del INADI, con María Rachid y Claudio Morgado como protagonistas. Las últimas encuestas que manejan los K ubican a la fórmula Daniel Filmus–Carlos Tomada a cinco puntos del jefe de Gobierno, Mauricio Macri; pero esa medición se hizo antes de conocerse las denuncias de Rachid.
“Hoy Rachid está sin puentes de comunicación. Primero hablaba con Aníbal Fernández y después con Juan Cabandié, pero hoy no le responde a nadie los mensajes y sigue hablando por los medios. Está fuera de control”, confió ayer un hombre metido en la campaña K porteña. Rachid, cuarta en la lista de legisladores del Frente para la Victoria que encabeza Cabandié, pidió una Secretaría de Igualdad en alguna de las áreas de Gobierno y la respuesta fue categórica, según las fuentes: “Es una locura, ya te dimos el cuarto lugar de la lista”, le respondieron a la ex funcionaria.
Según un dirigente del kirchnerismo porteño, la referente de la lucha por el matrimonio igualitario dio tiempo al kirchnerismo hasta el viernes pasado para resolver el entuerto, pero la solución no llegó y Rachid avanzó y denunció las irregularidades administrativas y corrupción en el INADI durante la gestión de Morgado.
“Le mandan mensajes todo el tiempo para que deje de hablar, pero ella no responde. Está fuera de control”, confió una fuente del oficialismo. En las reuniones del PJ porteño Rachid no volvió a aparecer y aunque Filmus arenga a la militancia para que “conquiste la calle”, en el kirchnerismo porteño hay preocupación.
“Le mandan mensajes todo el tiempo para que deje de hablar, pero ella no responde. Está fuera de control”, confió una fuente del oficialismo. En las reuniones del PJ porteño Rachid no volvió a aparecer y aunque Filmus arenga a la militancia para que “conquiste la calle”, en el kirchnerismo porteño hay preocupación.
“Quieren controlar a Rachid, pero la realidad es que hoy no pueden y la única manera de sacarla de la lista es que renuncie ella”, explicó a Clarín un referente oficialista porteño. El kirchnerismo teme que, cuando asuma, Rachid rompa el bloque y busque nuevos aliados.
Si la fórmula Filmus – Tomada alcanza los 30 puntos, como cree el oficialismo, entonces la posibilidad de que ingrese al recinto es casi un hecho.
El kirchnerismo buscaba hacer de la ley de matrimonio igualitario una conquista que sirviera en la campaña, pero el escándalo del INADI torció el objetivo. Rachid, ex presidenta de la Federación de Gays, Lesbianas y Transexuales que lideró los reclamos por la sanción de la ley, fue siempre apadrinada por el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, que gestionó su inclusión en la lista.
