The desperate search for Candela
Frenética es la búsqueda de Candela, la niña de 11 años desaparecida a escasos veinte metros de su casa, en el partido de Hurlingham. Nadie la vio salir y nunca llegó al lugar donde la esperaban sus compañeros del grupo de Scouts, en la iglesia de San Pablo Apóstol, en el barrio de Villa Tesei. Los vecinos más cercanos de la familia de Candela y la mayoría de los habitantes de la ciudad se encuentran realmente conmovidos y preocupados por la ya larga ausencia de la niña.
A lo largo del día de hoy, y desde las 7 de la mañana, autoridades policiales tanto de Hurlingham como de otros partidos bonaerenses, Policía científica, paramédicos y fiscales requisaron casa por casa un radio de 10 manzanas alrededor de la casa de la familia de la niña desaparecida. Esta noche, 300 agentes revisaban el barrio Esperanza.
Perros adiestrados a cargo de la policía científica se encargaron de registrar terrenos baldíos y casas con parques grandes. La policía de la provincia pide datos a los habitantes de las casas y registra cada una de las habitaciones que componen la vivienda así como su patio y su terraza. Aquellos que se nieguen a dejar ingresar a la Policía, corren el riesgo de que se elabore un acta y, bajo orden judicial, se proceda al ingreso forzado a su vivienda.
El municipio de Hurlingham, al mando del intendente Luis Acuña, se encuentra volcado en todos sus ámbitos a la colaboración con autoridades en la búsqueda. Según informa la doctora Verónica Pérez, secretaria privada del intendente, el municipio ordenó la repartición de un total de 15.000 folletos en el día de hoy en toda la ciudad, comercios, galerías, postes y vehículos públicos o privados en los que se muestran la foto, la descripción de la niña desaparecida y los números de contacto telefónico.
Un amplio número de empleados municipales es destinado a controlar las marchas que se realizan, y que son cada vez más numerosas, por las principales arterias de esta ciudad. El intendente de Hurlingham participa durante todo el día de las operaciones en el “Comité de Crisis” organizado en la Comisaría 2a de Hurlingham.
A su vez, Luis Acuña puso a disposición de las autoridades las instalaciones del céntrico Centro Cultural de Hurlingham, equipos informáticos, planos de la ciudad y fotocopiadoras con el fin de facilitar las actividades de la búsqueda. El intendente entabló contacto personal con Carola, la madre de la niña, el día posterior a la desaparición, y se reune diariamente con ella en el centro de operaciones.
Dos helicópteros y 15 perros adiestrados complementan la búsqueda en todo el municipio. Además, un equipo de 1.600 los policías bonaerenses se encuentran involucrados en el operativo, según fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense. Un total de 142 móviles policiales patrullan las calles de Hurlingham, repletas de carteles, folletos y fotografías de Candela.
En días pasados, la policía llegó a inspeccionar hasta dos veces cada vivienda en las inmediaciones de la casa de la niña desaparecida. Según el Ministerio de Justicia y Seguridad, hasta ayer fueron investigados un total de 498 terrenos baldíos, 806 viviendas, 1.188 llamadas telefónicas, 680 hectáreas y 150 cámaras de video municipales y particulares. Los rastrillajes aéreos cubren un área de 90 kilómetros cuadrados.
Entre los sitios rastrillados con suma cautela -incluso con perros adiestrados- se encuentran el predio del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), que comprende unas 900 hectáreas de bosques y plantaciones, zurcadas por un arroyo, y los bordes del río Reconquista, límite natural con el partido de San Miguel.
Del operativo participan la Policía Federal y Metropolitana, Interpol, Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Migraciones, además de la colaboración de más de 45 ONGs y organismos nacionales como la Secretaría de Inteligencia nacional y Secretaría de búsqueda de personas desaparecidas y y las direcciones de Defensa Civil de las distintas provincias, además de 200 bomberos voluntarios.
