QUILMES HAVE THE OPPORTUNITY TO RETRIEVE A PROVINCIAL SENATOR
La posible nueva legislatura bonaerense
El aluvión de votos en favor del Frente para la Victoria se replicó en todas las categorías, de Presidente hasta legisladores provinciales. Si estos mismos resultados se dan en la elección general del 23 de octubre, el oficialismo obtendrá una abrumadora diferencia en el reparto de bancas, seguido a considerable distancia por la Unión para el Desarrollo Social (UDESO) y, más atrás, por el Frente Popular.
El mensaje de las primarias dejó en una incómoda posición a los frentes opositores, que ahora, ante la gran brecha a priori indescontable para los cargos ejecutivos, parecen centrar la estrategia en la necesidad de sumar más legisladores.
Así como están las cosas, la posición se encuentra en la antesala de una posible pérdida significativa de bancas tanto en el Congreso nacional como en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.
En un juego especulativo, pero basado en la realidad de los votos conseguidos por el kirchnerismo en las internas abiertas, se puede mensurar el posible reparto de escaños en el Parlamento bonaerense en caso de existir el mismo comportamiento del electorado en los comicios generales.
En el Senado, el Frente para la Victoria recuperaría la mayoría propia que perdió en 2009, ya que estaría colocando 21 legisladores sobre 23 posibles. Los otros dos se-rían de UDESO, por la Sexta sección electoral.
En Diputados, donde el mayor número de bancas en disputa (46) hace más factible perforar el piso del sistema de reparto, la oposición tendría algunas chances más. Si las del domingo hubiesen sido las generales, el FpV habría ganado 26 bancas, UDESO 12, el Frente Popular 6 y Nuevo Encuentro 2. De todos modos, y a pesar de la distancia con la segunda fuerza, el oficialismo no obtendría la mayoría propia.
En algunas secciones el Frente Popular y el Frente Amplio Progresista podrían aspirar a perforar el piso para entrar en el reparto. Por ahora, el mandato de las urnas dice que si las cosas no se modifican demasiado, el FpV se adueñará de la Legislatura.
El mensaje de las primarias dejó en una incómoda posición a los frentes opositores, que ahora, ante la gran brecha a priori indescontable para los cargos ejecutivos, parecen centrar la estrategia en la necesidad de sumar más legisladores.
Así como están las cosas, la posición se encuentra en la antesala de una posible pérdida significativa de bancas tanto en el Congreso nacional como en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.
En un juego especulativo, pero basado en la realidad de los votos conseguidos por el kirchnerismo en las internas abiertas, se puede mensurar el posible reparto de escaños en el Parlamento bonaerense en caso de existir el mismo comportamiento del electorado en los comicios generales.
En el Senado, el Frente para la Victoria recuperaría la mayoría propia que perdió en 2009, ya que estaría colocando 21 legisladores sobre 23 posibles. Los otros dos se-rían de UDESO, por la Sexta sección electoral.
En Diputados, donde el mayor número de bancas en disputa (46) hace más factible perforar el piso del sistema de reparto, la oposición tendría algunas chances más. Si las del domingo hubiesen sido las generales, el FpV habría ganado 26 bancas, UDESO 12, el Frente Popular 6 y Nuevo Encuentro 2. De todos modos, y a pesar de la distancia con la segunda fuerza, el oficialismo no obtendría la mayoría propia.
En algunas secciones el Frente Popular y el Frente Amplio Progresista podrían aspirar a perforar el piso para entrar en el reparto. Por ahora, el mandato de las urnas dice que si las cosas no se modifican demasiado, el FpV se adueñará de la Legislatura.
Tercera Sección (Senadores)
Daniel Barrera, Baldomero Alvarez, Cristina Fioramonti, Santiago Carreras, José Luis Pallarés, Patricia Segovia, Jorge Ancona, Alberto De Fazio y Leonor Granados; todos del FpV.
Daniel Barrera, Baldomero Alvarez, Cristina Fioramonti, Santiago Carreras, José Luis Pallarés, Patricia Segovia, Jorge Ancona, Alberto De Fazio y Leonor Granados; todos del FpV.
