18 de julio de 2011

Adicción al sexo, una patología que lleva al sufrimiento


Sex addiction, a condition that leads to suffering

La adicción al sexo es padecida de manera silenciosa por miles de personas en el país, afirmaron especialistas en Sexología e integrantes de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, quienes advirtieron sobre la vergüenza, la angustia y el sufrimiento que genera la patología.

"El adicto al sexo tiene un comportamiento irrefrenable y no tiene en cuenta al otro. Sabe lo que le está pasando pero no toma recaudos", explicó el sexólogo Adrián Sappeti, quien ejemplificó que "si a mí me gusta tomar una copa de vino y lo hago cuando quiero y puedo, no soy adicto. Pero si esa copa la tengo que tomar porque si no sufro, mi conducta es compulsiva y coercitiva y ahí sí estoy dentro de una adicción".

Por su parte, la sexóloga clínica Diana Resnicoff explicó que esta adicción se distingue por tres características de la conducta: es compulsiva, es recurrente y es persistente. "La persona tiene que cumplir con ese deseo, es algo que se instala y es necesario hacerlo para tapar ese dolor, esa angustia. La persona siente una profunda carencia y supone que al tener sexo calmará esa sensación de vacío", indicó.

EL DESCUBRIMIENTO DE LA ENFERMEDAD

El norteamericano Patrick Carners fue el primer terapeuta que definió la enfermedad. El especialista realizó un estudio donde determinó que de 1000 pacientes, el 42 por ciento también era adicto al alcohol y a las drogas, mientras que el 38 por ciento padecía trastornos de alimentación y el 28 restante sufría adicción al trabajo, y descubrió además que 2 de cada 3 pacientes confesó haber sido abusado en la infancia.

No hay estadísticas para determinar la cantidad de adictos que existen en el país ni en el mundo, pero los especialistas aseguran que de diez personas, nueve son varones y que es muy difícil que se acerque la persona que lo padece a la consulta médica. Los especialistas llegan a esta conclusión estadística en base a la experiencia en los consultorios.

Miembros de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana estiman que la adicción se da frecuentemente en personas que fueron marcadas por el entorno familiar o social y que de niños se identificaron con modelos alejados de los cánones habituales, y que lejos de disfrutar del sexo, las consecuencias para quien la sufre son graves, como complicaciones laborales y sociales, ya que la persona vive alterada por el deseo.

"El tratamiento existe pero es largo y consiste en psicoterapia y medicamentos, para bajar lo compulsivo -explicó Resnicoff- y se trabaja en una terapia privada o en grupos de autoayuda que funcionan con la misma lógica que los de otras adicciones, por ejemplo de manera similar a Alcohólicos Anónimos".